Las notas frutales de los perfumes exudan una vivaz frescura y energía juvenil, que recuerdan a los exuberantes huertos y los soleados días de verano. Aportan una dulzura picante y una ligereza que a menudo proviene de notas como melocotón, manzana, sandía, bayas o cítricos. Estos aromas son ideales para el día a día y aportan un toque alegre y tonificante a cada momento.
Los perfumes afrutados son populares por su alegría y el efecto refrescante que tienen en quien los usa y quienes los rodean. Combinados con notas florales, los aromas frutales parecen más veraniegos y frescos, pero también pueden equilibrar perfumes pesados con notas amaderadas u orientales en la pirámide olfativa.