La piel enrojecida se debe al aumento del flujo sanguíneo. En el caso de enrojecimiento temporal a corto plazo, la causa suele ser el esfuerzo físico, la excitación o el estrés. Sin embargo, el enrojecimiento se convierte en un problema cosmético si es permanente y altera significativamente la tez. El enrojecimiento de la piel es un efecto secundario desagradable, especialmente para las personas con piel seca y sensible. Debido a la barrera cutánea alterada y débil, la piel se irrita más fácilmente, lo que puede provocar que se inflame. Un cuidado rico con propiedades protectoras y activos calmantes como la lavanda o la rosa puede proporcionar alivio.
Una tez que puede aparecer especialmente en pieles maduras es la cuperosis. Esta es una debilidad del tejido conectivo que conduce al agrandamiento de las venas en el área facial y puede ser un precursor de la rosácea, una inflamación crónica de la piel. Aquí también es importante fortalecer la barrera cutánea para minimizar los procesos inflamatorios.