CUIDADO DE LOS LABIOS

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    La piel sensible de los labios no tiene glándulas sudoríparas y muy pocas glándulas sebáceas. Esto significa que prácticamente no existe un suministro propio de grasa o humedad para los labios. Además, la piel de nuestros labios es muy fina y sensible. La piel de los labios consta de solo de tres a cinco capas de células, en comparación con las hasta 16 capas de células del resto de la piel del rostro.

    Por lo tanto, la autoprotección de los labios está limitada por la naturaleza y se recomienda encarecidamente un cuidado específico de los labios, especialmente en el caso de tensiones especiales.